Mayo y Junio son los meses clave para la mayoría de los equipos a la hora de conseguir sus objetivos
Tras más de diez meses de esfuerzo, trabajo, entrenamientos y partidos, la temporada se decide en el mes de mayo; ascensos, descensos, campeonatos… La emoción se palpa en numerosos pueblos y ciudades de toda España, que lo dan todo hasta el final para conseguir sus objetivos.
Las categorías profesionales más modestas y las semiprofesionales realizan el último esfuerzo apoyados por su afición, que los ha estado acompañando durante toda la temporada. Los partidos decisivos son tremendos. Las emociones están a flor de piel, la tensión a veces se transforma en fanatismo y la ilusión es lo último que se pierde durante estos partidos.
Y… ¡qué difícil es para los jugadores! Ellos saben que se juegan toda la temporada quizá en 90 minutos, y no es fácil jugar con esa información sobrevolando por la cabeza. Hay que tener la sangre fría, saber controlar tus emociones y las situaciones de máxima tensión competitiva, así como los pensamientos, especialmente antes de los partidos.
Las eliminatorias son a doble partido, uno en el domicilio de cada equipo. Si el resultado de goles final fuera empate, se resolvería con el valor doble del gol fuera de casa, premiando por tanto el equipo que más goles anotó fuera de su estadio. En caso de acabar el partido con el mismo resultado en ambos partidos, la eliminatoria se resolvería con una prolongación de tiempo; dos partes de 15 minutos cada uno, en la que deberá anotar gol alguno de los equipos.
Si tampoco se anotase un gol durante ese tiempo, la eliminatoria se resolvería finalmente con una tanda de penaltis, en la cuál cada equipo lanzará 5 penaltis, ganando quien más anote. Si siguiera habiendo empate tras los penaltis, el equipo que gane por muerte súbita (uno anota y el otro falla), se hará con la clasificación.
Por tanto, la emoción al final está más que asegurada. ¡A DISFRUTAR!
Javier Jiménez Fernanz