A medida que el fútbol se fue desarrollando a través de los años, se ha llegado en convertir hoy en día en poco menos que una ciencia. O al menos eso es lo que quieren hacer creer muchos. Con líneas trazadas en ordenadores donde se replican terrenos de juego y miles de datos que supuestamente se deben tener en cuenta para determinar si un jugador debe formar parte del equipo, lo cierto es que muchas veces se produce un exceso de información innecesario. Hoy hablamos sobre analizar un partido de fútbol para saber que entrenar.
Sin embargo, y pese a ese exceso, también es verdad que hay ciertas ideas que se fueron incorporando con el correr del tiempo para finalmente afirmarse casi como una necesidad antes de enfrentar a un rival. Analizar un partido de fútbol es una de esas ideas que no tiene prácticamente detractores y sirve fundamentalmente para dos cuestiones básicas.
Por un lado, el análisis del rival funciona para reconocer los puntos fuertes y débiles con los que cuenta el oponente para de esa manera trazar un plan mediante el cual se le pueda vencer. Pero por otro, y no menos importante, analizar un partido de fútbol de nuestro propio equipo nos permitirá saber qué aspectos entrenar para hacernos aún más fuertes. Este segundo concepto es el que desarrollaremos a continuación.
Un nuevo fútbol
Quienes observen habitualmente al fútbol de elite podrán ver que nos encontramos en un momento en el que el fútbol jamás fue tan exigente. Esto se traduce prácticamente como una obligación para poner más énfasis en los entrenamientos. Lugar donde se prepara a los jugadores de cara a esos partidos en los que se demanda un altísimo rendimiento. El famoso mantra de que “se juega como se entrena” nos invita a pensar que al acondicionamiento físico debería sumársele la práctica de ejercicios relacionados con la función táctica que cumple cada jugador dentro del campo o con conceptos grupales que se quieran afianzar.
Analizar un partido de fútbol para saber que entrenar
A la hora de analizar un partido de fútbol lo primero que tenemos que tener en claro es que fue lo que le pedimos a cada jugador con respecto a lo que después ocurrió en el campo. Para esto, tener un sistema de juego definido será fundamental, porque de nada servirá observar laterales que no pasan al ataque como un aspecto negativo si en realidad fue la primera intención con la que el equipo salió al campo. En cambio, si a un jugador en específico le hemos pedido que desarrolle una tarea a nivel táctico y desde el costado del campo nos pareció que no la llevó a cabo de la manera correcta, observar su partido desde un lugar objetivo con la mente fría puede darnos una sorpresa.
El careo con los jugadores
Una vez que hemos realizado nuestro propio análisis del juego, una idea muy interesante es la de citar al jugador (o los jugadores) para remarcarles alguna jugada puntual o algún aspecto del partido. Este recurso no solo debe ser llevado a cabo cuando el futbolista comete un error. Sino que por el contrario, si realizó un gran trabajo para el equipo y el mismo estuvo alineado con lo que le encomendó el entrenador previo al juego, es importante mostrárselo para utilizar eso como una motivación y que de esa forma sostenga su rendimiento.
Alejarse del ruido
Otra idea muy interesante a partir de la cual debemos considerar como necesario analizar un partido de fútbol para saber que entrenar es que muchas veces la emoción y la vorágine del partido nos nubla el pensamiento. Y donde pensábamos que había un problema, después observamos que no era tan así. O donde creíamos haber observado un acierto, no nos percatamos que el equipo había cometido un grave error. Por ejemplo, si un lateral sube al ataque de manera brillante y lanza un centro perfecto para que el goleador convierta el 1 a 0, en la adrenalina del partido pudimos no haber observado el detalle de que el rival tenía 3 jugadores ubicados para el contraataque en caso de despejar el centro y nuestro mediocentro no se había percatado de cubrir la espalda al lateral, como habíamos ensayado durante la semana.
Conclusiones
Sin lugar a dudas, los datos, las estadísticas y las líneas en las pizarras deben tener su importancia. Pero creo que no se acercan al recurso fundamental que significa analizar un partido de fútbol. Como dijimos al comienzo, ya sea para analizar a un rival o para observar a nuestro propio equipo, esta variante que adquiere cada vez más protagonismo a través del tiempo perdurará por siempre como recurso.
Como última mención, para este tipo de observaciones y análisis suele utilizarse una cámara específicamente ubicada (en general detrás de una de las porterías), lo que permitirá tener el panorama completo de cómo se desarrolla el juego y, sobre todo, de cómo se mueven las piezas de nuestro ajedrez.