Para comenzar a hablar de los distintos tipos de entrenamientos individuales que podemos trabajar, primero será fundamental definir de manera correcta al rendimiento deportivo. Es cierto que si estás familiarizado con el deporte seguramente oíste mucho este concepto. Pero ¿qué queremos decir cuando hablamos de rendimiento deportivo?
Según los diferentes autores que se consulten, y sobre todo según la disciplina a la que se dediquen dentro del mundo del deporte, el concepto de rendimiento deportivo tiene diferentes definiciones. La raíz del término, o muchas veces llamada su base teórica, viene del francés antiguo y significa “cumplimiento” y que, a su vez, derivó en la palabra inglesa “parformer”, que significa cumplir o ejecutar.
El Instituto Europeo Campus Stellae plantea que el rendimiento deportivo es una acción motriz, cuyas reglas fija la institución deportiva, que permite a los sujetos expresar sus potencialidades físicas y mentales. Teniendo en cuenta esta definición y ajustándolo a lo que planteamos en este artículo con respecto a los entrenamientos individuales. Diremos que el rendimiento deportivo es el resultado que alcanza un deportista en función de los recursos que dispone. Por lo que dependiendo de las herramientas con las que contará ese deportista y del uso que haga, obtendrá unos determinados resultados.
Entrenar la velocidad
Dentro de los tantos entrenamientos individuales a los que se puede recurrir para mejorar el rendimiento, la velocidad es uno de los más importantes y de los más requeridos por el deportista. Sin embargo, esto tiene muchos más fundamentos cuando se requiere entrenar la velocidad para luego desarrollar un deporte en el que es considerada la característica principal. Por ejemplo, el entrenamiento de velocidad en el fútbol no debería ser trabajado en exceso sin utilizar el balón. Ya que los controles y todo el contexto que involucra al fútbol, no hace a la velocidad su principal característica. Por el contrario, si lo que queremos es mejorar nuestra marca en los 100mts, evidentemente entrenar la velocidad de formar individual, tendrá todo el sentido del mundo.
Entrenar la fuerza y la resistencia
Otros tipos de entrenamientos individuales tienen que ver con la fuerza y la resistencia. Ya que son bienvenidos en cualquier tipo de deporte, e incluso sirven para las personas que simplemente desean realizar algún tipo de actividad física para mantenerse en forma. Probablemente estos entrenamientos se hayan puesto muy de moda después de la cuarentena de marzo del 2020. Mediante videos en internet o actividades propuestas en diferentes blogs. Pero sin duda contar con un profesional que sirva como guía para el deportista debería ser fundamental. Ni hablar si lo que buscamos a través de este tipo de entrenamientos de forma individual es una mejora en el rendimiento deportivo.
La constancia
Elijas la actividad que elijas para entrenar de forma individual, antes debes asegurarte de hacer un pacto contigo mismo para mantenerte motivado y lograr ser constante. Ya que para progresar en cualquier deporte o ejercicio, la constancia es tu mayor aliado.
Entrenar día tras día debe ser tu arma fundamental, y si bien habrá días especialmente seleccionados para descansar, no deberían importarte las circunstancias externas. Todo estará en tu cabeza y como sabes, no hay recompensa sin esfuerzo.
La motivación y la mente
Por último, para lograr esa constancia que mencionábamos, te habrás dado cuenta de lo importante que es tener una mente sana que no te haga equivocar el camino. Si esta se empeña diciéndote que no lograrás algo, ni siquiera lo intentes. En cambio, si logras conseguir la motivación necesaria para tus entrenamientos individuales estarás un paso más cerca de tu objetivo. Por eso en todo momento debes tener bien claro que quieres y por qué lo quieres. El objetivo lo es todo.
Dentro de los diferentes tipos de motivación, hay dos que destacan: Extrínseca e intrínseca. La primera habla del uso de factores externos para lograr que un deportista actúe de la manera que quieres. Por ejemplo, ofrecer un premio económico se considera un motivación de este tipo. Por otro lado, la motivación intrínseca es el deseo interno del deportista de mejorar, lograr y tener éxito. El principal trabajo de un entrenador deportivo es conseguir que este tipo de motivación sea la que inspire la mente de su alumno.
Conclusión sobre los entrenamientos individuales
Tanto si queremos mejorar nuestro rendimiento deportivo, como si simplemente queremos mantenernos en forma, siempre es recomendable contar con un profesional que nos guíe durante el proceso. Porque no solo debemos tener en cuenta los ejercicios a realizar en nuestros entrenamientos individuales. Sino que también será fundamental mantenernos motivados para no abandonar nuestro proceso a mitad de camino.