Lo primero que hay que saber es qué es el tercer hombre. Este concepto es la posibilidad de conectar con un jugador de manera indirecta cuando no se puede hacer de forma directa porque está marcado o la línea de pase está cubierta y otro jugador está en mejor disposición de recibir el pase y dársela al futbolista que se pretende.
De esta manera, el jugador que posee el balón sería el primer hombre, el futbolista que tiene que recibir pero está tapado es el segundo hombre y el jugador que se utiliza para que llegue el balón de forma indirecta al destinatario es el tercer hombre.
Cómo utilizar el tercer hombre
El objetivo de este concepto es conseguir ventajas numéricas y posicionales en distintos espacios para superar la presión del equipo rival en las distintas zonas del terreno de juego. Para ello, es necesario que haya una gran coordinación, un timing correcto entre los jugadores y una buena lectura del juego.
Otro concepto a tener en cuenta en el tercer hombre es el concepto de diagonal y vertical que nos permita tener una disposición de triángulos y rombos para que la fluidez en el juego sea mayor.
Conviene realizar ejercicios para mejorar la utilización de este mecanismo, pero siempre teniendo en cuenta que este es un medio táctico y no un fin, por lo que no se debe entrenar de forma aislada. Por ejemplo, se puede trabajar en una tarea para salir de una defensa organizada en bloque alto con el tercer hombre como medio táctico.