El fracaso de algunos grandes equipos demuestra lo importante que es la figura del entrenador de fútbol, así como el resto del cuerpo técnico, para las posibilidades de éxito de un equipo.
A pesar de disponer de una gran cantidad de talento, algunos entrenadores no pueden evitar que su equipo de superestrellas sea derrotado por otros más modestos. ¿Eso les convierte en malos entrenadores? Por supuesto que no. Pero puede demostrar que la dinámica entre los entrenadores y sus jugadores es compleja.
Ser un gran entrenador de fútbol no sólo consiste en aprender las principales habilidades y obtener los cursos adecuados (aunque eso es un buen comienzo). Se trata de la metodología, la personalidad, la gestión del hombre y la actitud mental. Si estás pensando en una carrera como entrenador de fútbol, tener un cierto conjunto de habilidades y atributos podría ayudarte a alcanzar el éxito.
HABILIDADES PARA SER UN GRAN ENTRENADOR DE FÚTBOL
Saber el tipo de entrenador de fútbol que eres
Un gran entrenador reconoce sus fortalezas y debilidades. Por ejemplo, un autoritario natural puede resultar agresivo y polémico. Si el entrenador reconoce este hecho, puede modificar su comportamiento dependiendo del individuo al que está entrenando. Del mismo modo, un maestro táctico puede reconocer que carecen de habilidades de gestión humana y tomar medidas para abordar sus propias deficiencias.
Paciencia
Un buen entrenador de fútbol entiende que un equipo requiere muchas habilidades y cualidades diferentes. Cuando algunos jugadores despuntan en las áreas técnicas, otros sobresalen en cuanto a compromiso, estado físico, fuerza y liderazgo.
Entrenar un equipo significa dar a algunos individuos más tiempo y orientación que a otros en ciertas áreas del juego. Esto requiere paciencia, y un entendimiento de que los jugadores aprenden y se desarrollan a diferentes ritmos.
Liderazgo
Algunos de los mejores entrenadores de la historia del fútbol coincidirán en que asumir la responsabilidad final de las actuaciones del equipo es parte del trabajo. Un gran entrenador de fútbol no sólo da el ejemplo, sino que también asume la responsabilidad cuando las cosas no salen según lo planeado.
El buen liderazgo también consiste en caminar por la fina línea entre la disciplina y el apoyo. Los entrenadores de fútbol deben asegurarse de que sus instrucciones se tomen en serio y se actúe en consecuencia, sin causar malos sentimientos y una atmósfera de intimidación. En resumen, los entrenadores deben guiar a docenas de personalidades diferentes en la batalla y sacar lo mejor de cada uno.
Buenas habilidades de comunicación
Ya sea que un entrenador esté dando una charla de equipo, dando retroalimentación constructiva o tácticas de conversación, es esencial tener excelentes habilidades de comunicación. Los mejores entrenadores adaptarán la forma de comunicarse dependiendo del escenario o del jugador con el que se estén comunicando. El método de comunicación que utiliza un entrenador debe transmitir el punto sin tener un impacto negativo en la moral o la motivación.
Positividad
Siempre hay algo positivo que tomar del fútbol, incluso ante una derrota. Los mejores entrenadores se mantienen positivos cuando se enfrentan a la adversidad, y siempre están buscando oportunidades en lugar de desafíos.
Pasión
Ningún equipo en la historia del fútbol ha ganado un gran trofeo sólo por su habilidad. La pasión es un prerrequisito para el éxito, y los jugadores a menudo toman la iniciativa de sus entrenadores en este sentido. La pasión no sólo proviene del amor o el afecto por un equipo en particular; puede provenir del deseo de ser el mejor o de trabajar duro por los compañeros de equipo. Un gran entrenador de fútbol inculca un sentido de pasión en cada aspecto de la carrera de un futbolista.
¿Qué opinan algunos entrenadores profesionales sobre esto?
Cuando se les pregunta a algunas leyendas qué hace a un buen entrenador de fútbol, todos coinciden en cuatro cualidades diferentes:
Perseverancia
Es importante mantener el «fuego en la barriga» a pesar de los reveses y los periodos difíciles. Después de cada derrota, el equipo debe reflexionar, aprender y recuperarse con más confianza que antes. Es probable que los jugadores respondan favorablemente si ven la determinación de su entrenador.
Comunicación
Cuando se trata de la comunicación dijeron que es esencial que un entrenador entienda su punto de vista de manera concisa. Además, cuando los entrenadores hablan a lo largo de una sesión de entrenamiento, sus palabras a menudo se «pierden en el viento».
Imaginación
Siempre hay que pensar en nuevas formas de hacer llegar el mensaje y el espíritu a los jugadores durante los entrenamientos. Usar la imaginación para inventar constantemente formas de inspirar y motivar, así como para mejorar los niveles de rendimiento.
Observación
Si un entrenador está demasiado involucrado en las minucias del desarrollo de un equipo, puede perderse el panorama general. Insisten en que los entrenadores necesitan dar un paso atrás y ver las cosas objetivamente. Dejar que otros tomen las riendas del entrenamiento, y observar a los jugadores durante horas es un gran consejo.
Conclusión
No hay un conjunto definitivo de cualidades que haga grande a un buen entrenador. Pero al evaluar constantemente sus propias cualidades y rendimiento, y seguir ampliando su formación como entrenador, debería ser capaz de seguir mejorando a lo largo de su carrera.