La clave para que un equipo consiga buenos resultados es que domine las dos áreas, tanto la propia a la hora de defender como la rival a la hora de atacar. Por ello es muy importante trabajar en los entrenamientos ambas facetas del juego para que en los partidos el rendimiento sea bueno en ataque y defensa del área.
El ejercicio consiste en colocar una portería en el círculo de medio campo para hacer un terreno de juego de algo menos de medio campo en que hay 3 equipos. El situado en el medio es el que ataca a una de las porterías y otro el que defiende dos centros consecutivos, uno desde cada costado. Una vez que finalizan estas dos acciones, el equipo defensor pasa a atacar a la otra portería al otro equipo y el que estaba en faceta ofensiva espera en la portería que ha atacado para ser defensores posteriormente.
Correcciones en el ataque y defensa del área
Con este ejercicio se trabajan las situaciones de juego por banda, pero es importante que el entrenador proporcione el feedback apropiado a sus jugadores para corregir ciertos aspectos que hagan que mejore el rendimiento en estas acciones.
En defensa, hay que prestar atención a los cambios de ritmo defensivos para ganar la posición al delantero, que la orientación corporal sea correcta para despejar de cara, realizar ajustes según el tipo de defensa que se utilice, tener referenciado al rival, etc.
En ataque, se debe dar importancia a la ocupación de zonas de ataque del primer palo, del segundo, segunda línea y siempre con contacto visual con el centrador para que pueda haber un entendimiento. Siempre que sea posible, es preferible priorizar los centros entre la defensa y la portería porque es el espacio más difícil de defender, aunque si la defensa se hunde mucho se pueden aprovechar otros espacios que surgen como la segunda línea.
Se pueden incluir algunas variantes a este ejercicio para mejorar otros aspectos relacionados con esta defensa y ataque del área. Una posibilidad es incluir un jugador en defensa que hace la función lateral para hacer más realista la situación de centro y que se mejore la capacidad tanto del atacante para hacerse un hueco para centrar como del defensor para taponar el envío y no tener que defender el balón en el área en una situación más peligrosa.