Más de una vez habremos escuchado la frase que dice “los equipos son el reflejo de sus entrenadores”. Y es increíble lo real que resulta cuando comenzamos a evaluar la actitud del entrenador durante 90 minutos y la comparación con sus jugadores adentro del terreno de juego.
Si el comportamiento del entrenador es quedarse sentado durante la mayoría del tiempo en el banco, es prácticamente infalible que su equipo no mostrará grandes picos a nivel emocional. Al hablar de rendimiento puede ser mejor o peor, pero en cuanto a las emociones serán un calco de la pasividad de su líder.
Por otro lado, hay entrenadores como Diego Simeone o Jürgen Klopp que no se sientan casi ni por un minuto. Y, por el contrario, a veces dan la sensación de terminar los partidos con más kilómetros recorridos en la línea de cal que sus propios dirigidos sobre del césped.
Fase previa al partido
Muchas veces ese comportamiento del entrenador dentro del campo tiene que ver con su trabajo y su preparación previa al juego. Es decir, en caso de haber hecho una buena lectura y que las cosas se estén dando como él las planificó seguramente le brindarán una tranquilidad mayor y calmará su necesidad tanto de dar indicaciones como de comenzar los reclamos contra la terna arbitral (de esto hablaremos más adelante). Si por el contrario, las cosas no comienzan bien durante el juego y el entrenador nota que cometió un error de planificación, o si es sorprendido por el adversario con alguna variante táctica, es más probable que los nervios lo invadan e intente reparar el error cometido.
Por otro lado, refiriéndonos en la previa al juego, muchas veces resulta fundamental la conferencia del día anterior al partido ante la prensa. A veces los ánimos tanto de los jugadores como de la afición están bajos y la tarea del entrenador es convertir esas dudas y miedos en energía positiva. Un claro ejemplo es la siguiente conferencia de Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, quien luego de perder 3 a 0 en el Monumental frente a Palmerias de Brasil, debía viajar a su país vecino para lograr una remontada casi imposible de visitante, y él mismo se encargó de subir a todos al tren de la ilusión. River estuvo muy cerca de lograr aquella remontada que parecía un imposible, y te dejamos el link de la conferencia de prensa a continuación: <ahref=»https://www.youtube.com/watch?v=JHJADqIE4J8″>https://www.youtube.com/watch?v=6ASQtqQ-1kk
Tres aspectos fundamentales del comportamiento del entrenador
A la hora de mencionar 3 aspectos que deben sobresalir en el comportamiento de un entrenador durante un partido encontramos al positivismo, la proactividad y el respeto.
Positivismo
Un entrenador debe siempre trabajar con la idea de que no importa cuán mal estén las cosas, siempre es posible revertirlas. Sobre todo en el deporte, donde hay ejemplos de sobra en los que resultados que parecían imposibles de revertir se terminaron dando en situaciones increíbles. Ejemplos hay cientos, pero siempre me gusta recordar que, en la final de Champions League de 1999, el Manchester United perdía 1 a 0 frente al Bayern Munich en el minuto 90 de partido y sir Alex Ferguson envió a la cancha a un joven Ole Gunnar Solskjær (actual entrenador del United). En el minuto 91, cayó el empate tras un córner, y solo 2 minutos después, el propio Solskjær le daba al Manchester United el título de campeón. Esa es la influencia que tienen los entrenadores en los equipos, y esa es la importancia de buscar soluciones aunque todo parezca perdido.
Proactividad
Un poco enlazado con lo anterior, la proactividad es fundamental en el comportamiento del entrenador. Sin ella, cualquiera se sentiría derrotado en cualquier momento y pensaría que cualquier cambio o indicación no serviría para nada. El entrenador debe asumir su rol, él puede cambiar las cosas con una indicación táctica o con un cambio de nombres, y nunca es tarde para intentar enderezar el rumbo.
Respeto
La última actitud a destacar en el comportamiento del entrenador tiene que ver con el respeto hacia todos los integrantes que se involucran en un partido. Hacer un apartado a las decisiones tácticas y que tienen que ver únicamente con lo que ocurre dentro del campo siempre tiene que ser positivo, porque los juegos duran solo 90 minutos, y si un entrenador se desenvuelve faltando el respeto tanto a sus rivales, como a la terna arbitral o, incluso, a sus jugadores, luego nadie estará dispuesto a respetarlo. Porque, como dijimos, los equipos son un espejo de su entrenador y si este último no cumple con este aspecto, sencillamente recibirá lo mismo de lo que da.