La geometría es una de las ramas de las matemáticas que forma parte de toda la historia humana, por lo que fue, es y será una compañía de los seres humanos relacionada con el desarrollo, el progreso y la superación. Tanto el aspecto científico y técnico, como en el humano propiamente dicho. Hoy relacionamos la geometría con el fútbol sala.
Una de tantas aplicaciones que tiene la geometría en la vida actual, pero que a su vez no se encuentra tan divulgada, es en el deporte. Y de una manera u otra todos tienen relación con esta ciencia. Algunos ejemplos son los terrenos de juego, las porterías, las piscinas, etc.
Explorando más en profundidad, la geometría también se encuentra en las estrategias y en los sistemas de juego. Y deportes como el baloncesto, el tenis, el balonmano o el futbol aplican estos conocimientos para sus sistemas de ataque o defensa.
El fútbol sala es uno de los deportes más intensos y más divertidos para observar como espectador. Dentro de esas características del fútbol sala, además de la intensidad, se encuentra la táctica, que es tan particular en cuanto a la organización de esquemas y movimientos.
Algunos conceptos de la geometría son especialmente utilizados por este deporte, por un lado, como una manera didáctica de aprender a pensar su práctica con seriedad. Pero, por otro, también para alcanzar una mejor comprensión de la lógica del juego. Lo que promoverá un mejor desempeño individual y colectivo.
La importancia de la escuela holandesa
El término triangulación, al hablar de deportes de equipo, no es nada nuevo y es un concepto que nació en la década de los 60. A pesar de que esta idea no estaba definida formalmente, había principios funcionales que daban cuenta de su existencia.
Sin embargo, el objetivo último de este tipo de organización táctica no era el que hoy conocemos de superioridad numérica. Sino el de la capacidad interpretativa del poseedor del balón y del posicionamiento de sus compañeros.
Quienes desarrollaron esta idea en base a distintos métodos de juego para encontrar la mejor funcionalidad de los triángulos fueron los holandeses. Grandes exponentes en estos aspectos con la Naranja Mecánica como uno de sus mayores logros en cuanto al juego de posición.
Su principal concepto en relación a la geometría pasaba por la idea de que cuando un jugador cambia de posición es remplazado por otro funcionalmente. Lo cual obliga a mantener una estructura definida en relación a la funcionalidad de juego.
Según este modelo, tan promovido a través de los años, la base eran los triángulos posicionales que garantizaban la posesión del balón como un medio para lograr combinaciones con una constante movilidad (y velocidad), mantener la circulación del juego y conseguir avanzar hacia el objetivo último, marcar en la portería contraria.
En el fútbol sala, los triángulos son las formas más utilizadas a nivel táctico y aparecen en casi todos los sistemas de juego. Puntualmente, consisten en tres bordes y tres vértices, lo que resulta fácil de explicar a jugadores en edades tempranas.
Además, los triángulos en el fútbol sala ayudan a que los jugadores puedan posicionarse usando una idea común de juego. Lo que mejorará el juego de pases cortos mientras que, a su vez, favorecerá a que el juego sea más rápido.
Triángulos en ataque
Si dividimos el terreno de juego en rectángulos, cada jugador puede ubicarse en una zona diferente. Esto formará triángulos y opciones para realizar pases en sentido diagonal y, de hecho, así es como trabajan la mayoría de los equipos para avanzar desde su campo al campo rival y atacar las diferentes zonas de la defensa. Esto suena sencillo, pero se necesita muchísima velocidad de pensamientos y una gran visión y orientación.
Los triángulos tienen 3 roles fundamentales, un jugador que sea el poseedor del balón, el compañero de equipo más cercano y con quien se puede jugar el balón. Y por último está el jugador que equilibra en el triángulo, también llamado jugador de destino, que es quien se intenta ubicar para tener la pelota y progresar.
Triángulos en defensa
El fútbol sala, como todos los deportes, no solo se trata de atacar, sino también de defender. Los mismos tres jugadores con roles para el ataque son ubicados para defender en un triángulo. Un jugador será el que presiona al rival que tiene el balón, otro jugador tiene la labor de cobertura y, por último, un jugador de equilibrio que se encarga de cerrar los carriles de pases verticales.