Tomar las decisiones correctas en el máximo nivel de competición es uno de los aspectos que más intentan encontrar los entrenadores en sus futbolistas. Junto con las condiciones físicas y la inteligencia táctica, las buenas decisiones han encontrado un lugar cada vez más preponderante en un fútbol que cada vez resulta más rápido y exigente. En este artículo hablamos sobre la relevancia del pensamiento táctico en el fútbol base.
El pensamiento táctico es conocido como el que favorece esas tomas de decisiones correctas en situaciones delicadas del juego y es una habilidad que puede (y es recomendable) estimularse desde los inicios de la práctica deportiva.
En caso de un buen nivel de comprensión del juego y el movimiento individual, se logrará desarrollar el pensamiento táctico en el fútbol base. Es decir, la correcta comprensión de las diferentes situaciones que pueden producirse dentro de un terreno de juego, donde se trata no solo de comprender la situación, sino también de ejecutar de forma correcta una respuesta.
La idea es que cuanto más rápido se comiencen a incorporar conceptos, más rápido se aprenderá a manejar el pensamiento táctico en el fútbol base. Y es por eso que la incorporación de herramientas o ejecuciones para solucionar problemas propios de la competición se vuelve un valor para el resto de la carrera deportiva.
Algunas cuestiones que hacen al pensamiento táctico en el fútbol base
La metodología para gestionar los entrenamientos puede implicar procedimientos analíticos como la propia práctica o la observación. Ejercicios con situaciones de superioridad o inferioridad son los más comunes. Así como también los ejercicios en espacios reducidos para poder practicar las decisiones en pequeñas áreas del juego.
Las herramientas que se intentarán incorporar en el pensamiento táctico del fútbol base son:
- El conocimiento del juego: mediante la percepción y el análisis de hipotéticas situaciones que pueden suceder.
- La toma de decisiones: se trata de decidir correctamente lo más conveniente para el equipo en cada una de esas situaciones.
Reconocimiento de aspectos tácticos tanto a nivel individual como colectivo: acciones ofensivas y defensivas según la posición en el terreno de juego. - Ejecución: la mejor forma de aplicar todo lo aprendido en la teoría, pero dentro de la práctica.
Acciones para desarrollar el pensamiento táctico
Dentro de las muchas ideas que pueden surgir dentro del ámbito profesional de los entrenadores, existen algunos puntos que pueden servir como una buena base para comenzar a trabajar el pensamiento táctico.
Clases teóricas
Con clases teóricas, el entrenador puede explicar ampliamente los conceptos y objetivos que se persiguen con determinadas acciones. A su vez, puede contribuir en los modelos conceptuales con información y ejemplos que clarifiquen esas ideas. No hay que perder de vista que se estará tratando con las edades más tempranas dentro del fútbol.
Distribución de tareas
Durante los entrenamientos se irán alternando las tareas de cada uno de los deportistas. De manera que mediante la rotación de tareas todos puedan ocupar diferentes roles para tomar perspectivas diferentes del trabajo que se está ejecutando.
Educación progresiva
Este aspecto suele trabajarse con un proyector y equipos de video para mostrar los propios entrenamientos o movimientos generales de otro equipo. La idea es proyectar una jugada puntual y darle algunos segundos al deportista para que con sus propios medios determine la acción más acertada. Más adelante, quizá hasta otro día, se lleva a cabo la misma tarea, pero se intenta bajar el tiempo de respuesta. Así sucesivamente hasta que la respuesta correcta sea inmediata.
Entrenamiento ideomotor
Este trabajo debería hacerse, preferentemente, con algún especialista en el área neurológica o de inteligencia emocional. Se trata de que el deportista se concentre en una especie de juego imaginario para visualizar respuestas rápidas ante las situaciones determinadas. Para esto es determinante que logre exigirse tanto a la concentración como a las representaciones de jugadas para que sean lo más claras posibles y, al mismo tiempo, que puedan recordarse rápidamente.
Utilizar la competición como un medio de entrenamiento
El desarrollo del pensamiento táctico en el fútbol base también consiste en aplicar lo que se aprende durante los entrenamientos, pero dentro de la competición en sí. Para esto, la repetición es clave y frecuentar las mismas acciones y respuestas ante los estímulos que se dan en un contexto competitivo también es necesario. Hay algunos puntos que solo se terminan de interpretar cuando se enfrenta a los adversarios.