Uno de los valores más destacados con los que cuenta un futbolista es su capacidad física y atlética. Más allá de la técnica, la inteligencia y la polifuncionalidad con la que puede contar un jugador, todos parten de la misma base en cuanto a su estado físico y trabajar este aspecto del juego puede hacerlo sobresalir del resto. Hoy hablamos del trabajo de la resistencia en el fútbol.
Marcelo Bielsa, actual entrenador del Leeds de Inglaterra, tiene una famosa frase en la que expresa que “crear lo pueden hacer pocos, correr está al alcance de todos.» Si correr es un acto de voluntad, no tiene sentido no trabajar este aspecto en los entrenamientos, y para hacerlo existen dos opciones principales: hacerlo con o sin balón.
Resistencia en el fútbol
Primero comenzaremos definiendo de qué hablamos cuando nos referimos a la resistencia en el fútbol.
La definición concreta, nos dice que es una cualidad física y que destaca (según el sitio Mundo Entrenamiento) como “la capacidad condicional que permite soportar física y psicológicamente una carga específica de trabajo, a una intensidad variable, durante un periodo de tiempo determinado, manteniendo el nivel óptimo de rendimiento tanto en la ejecución del gesto técnico como en la toma de decisiones, y garantizando una recuperación rápida según vaya mejorando esta capacidad con la aplicación programada del entrenamiento.”
Dicho de otra manera, la resistencia en el fútbol es una capacidad que permite a los jugadores soportar altas intensidades tanto físicas como psicológicas. Y a sea que esté disputando un partido o un entrenamiento. El periodo de tiempo es específico porque al comenzar el partido sabemos cuánto durará el mismo y la idea es alcanzar un alto nivel de rendimiento.
¿Entrenar con o sin balón?
En un principio debemos diferenciar entre trabajar la resistencia a nivel de capacidad aeróbica y trabajar la resistencia en cuanto a la potencia aeróbica. Estos dos aspectos que parecen diferentes, en realidad resultan muy importantes a la hora de determinar en cuál de las dos áreas queremos trabajar.
Por un lado, para generar mejoras y un buen desarrollo de la ‘resistencia capacidad’, el trabajo sin balón es el indicado. Por ejemplo, uno de los ejercicios más interesantes que nos permitirá encontrar ese desarrollo es el ejercicio intermitente sin balón del tipo 15-15 o 30-30. Y según varios estudios, también el famoso ‘fútbol reducido’ del tipo 3 vs 3. Ya que a pesar de contar con el balón resulta un ejercicio ideal para este tipo de trabajo.
En este tipo de ejercicios es importante separar los grupos de jugadores con características similares en cuanto a esfuerzo y capacidad física. Ya que es posible que si hay un mix de jugadores que son excelentes atletas y otros que están más rezagados en esta lista, el que destaca en este sentido no se esforzará al máximo durante, por ejemplo, el fútbol reducido. Y su nivel de intensidad no será el que estamos buscando.
Por otro lado, tenemos a la ‘resistencia potencia’, la cual ya hemos comentado que refiere a la potencia aeróbica. Este tipo de desarrollo físico se enfoca en una capacidad que puede ser trabajada casi siempre con balón, o de forma lúdica.
La principal característica es que, para mejorar en este aspecto, basta con correr durante un periodo de tiempo prolongado y es por eso que al hacerlo durante un juego en el que además se entrenan aspectos como la técnica o la táctica, resulta el escenario ideal.
La importancia de mejorar la resistencia
El éxito del futbolista por sus capacidades técnicas y su inteligencia a nivel técnico y emocional, son un hecho más que obvio. Pero en una modernidad tan física, como es la actual, un correcto entrenamiento de la resistencia en el fútbol resulta un hecho más que necesario.
Como Marcelo Bielsa es uno de los pioneros de la importancia de correr durante 90 minutos al máximo nivel de intensidad, otro es Diego Simeone, entrenador del Atlético Madrid: “Si un futbolista en tu equipo no corre, bien. Si dos no corren, difícil. Si tres no corren, imposible.
El entrenamiento tanto de la resistencia aeróbica como de la potencia, ayuda a que el futbolista participe durante más tiempo a un ritmo más intenso, ya que aumenta su capacidad física. Pero, además, otro aspecto importante que mejorará es su capacidad para recuperarse después de un esfuerzo realizado por cuestiones propias del juego.
Por último, trabajar la resistencia también disminuye el riesgo de sufrir lesiones, lo que mejora considerablemente la salud del deportista.